6 de febrero de 2016

Los largos caminos de nuestros Brooklyn Follies



El pasado 21 de diciembre, decidimos nuestra próxima lectura del Club de lectura de adultos del Colegio. El coordinador de las reuniones es rotativo y esta vez se había presentado Mónica y había elegido Brooklyn Follies de Paul Auster.
Como siempre, la Biblioteca del colegio, se encargaba de adquirir los ejemplares, que luego formarán parte del servicio de préstamo para adultos que estamos organizando.
Y por esas razones insondables del mundo de las editoriales y de la distribución, tras un mes de incertidumbres, esperas incomprensibles y respuestas absurdas, recurrimos, una vez más, a la compra a través de Internet en las grandes y eficaces empresas de distribución. (24 a 36 horas de plazo real de entrega).
Llegaron paquetes con uno o dos ejemplares, nuevos o usados, de tapa dura o blanda, desde Milton Keynes (Inglaterra, Reino Unido), Málaga, Vigo, Madrid, Albacete y Cabanillas del Campo (Guadalajara).
Llegaron por medio del "Royal Mail International", servicio de Correos certificado, servicio de Correos ordinario, transporte urgente de empresas de mensajería y transporte ordinario de empresas de mensajería.
Abrimos paquetes de plástico, de papel o de papel reciclado, con etiquetas mecanizadas o escritas primorosamente a mano. Envueltos por una máquina o preparados con el cariño que solo puede dar un librero: papel de regalo y un marcapáginas precisoso de su librería. Pero llegaron. En tres días como máximo. Como si ya estuviéramos en el siglo XXI.
Por fin, recibidos como si de un producto exótico o prohibido se tratara, ya tenemos los libros.
El lunes llegarán a las manos de los lectores y en el mes de marzo, por fin, nos sentaremos en la biblioteca y conversaremos de Brooklyn Follies y de Paul Auster.