Algunas coincidencias me han recordado hoy la relación que se puede establecer entre el placer de leer y el de comer.
A mi Google reader ha llegado, desde Donde viven los monstruos, la entrada De alimentación y españoles con una simpática reseña de Mousse de manzana para las penas de amor, del autor alemán Janosch.
Doce minutos antes habían llegado, desde uno de los blogs más poéticos, unos "pastissos de poesia, dolços versos.
Como aperitivo, el viernes recibí desde La mar de poemas, textos y palabras, imágenes y poemas con verduras y frutas, Para guardar vigilia.
Y el café me lo tomé el domingo en Nosololibros.
1 comentario:
¡Que buen menú! Quizás por la hora he intentando recordar la relación entre la comida y los libros y el primer personaje que me ha venido a la cabeza es el detective Pepe Carvallo. Luego he recordado los cafés en la comisaría de Ystad, el hambre insaciable de Sancho, los banquetes tras las aventuras de Asterix y como no los kilos de churros del compañero de Gurb...
Se me ha abierto el apetito. Me comprometo a mirar más sobre el tema.
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