Es lo más sencillo, lo más eficaz, lo más contagioso, lo más humano. Muy fácil.
¿Por qué se hace tan pocas veces en las aulas?
El viernes fui con mis alumnos al patio, en la hora de lengua, con el libro que están leyendo de la biblioteca de aula. Nos instalamos en una zona ajardinada. Los senté a mi alrededor y leí en voz alta, el primer capítulo de ¡Bum! de Mark Haddon.
Estaba en el balcón comiendo un sándwich de queso Red Leicester y mermelada de grosella. Le di un mordisco y mastiqué. Estaba bueno, pero ni punto de comparación con uno de mermelada de fresa y queso Chedar. Ése era mi favorito.
Cuando terminé el capítulo, cada alumno eligió un sitio cómodo y siguió leyendo. Cuando volvimos a clase, tres alumnos manifestaron su interés por seguir leyendo el libro de Haddon.
Salomé y Natalia lo ha contado en el blog de aula.
….Fue espectacular y muy relajante..… ya que no se escuchaba el ruido de fondo de otras clases, el chirrido de las sillas ni nada relacionado con las aulas…..
6 comentarios:
Idea tan sencilla como poco extendida: "es que así se pierden muchas horas de clase y no sabrán qué es un determinante..."
Algunos de mis mejores recuerdos como alumno se deben a esta práctica. El otro día me lo decía un compañero: "cuando el profesor lee, los alumnos disfrutan mucho más que cuando leen sus compañeros" (porque, normalmente, éstos leen peor).
Todavía en más de veinte años no he conocido ningún alumno al que no le gusta que le lean...
Desde que vi El club de los poetas muertos, supe que leería a mis alumnos cuando fuera profesora. Incluso que me subiría a una silla, si hiciera falta.
El disfrute compartido empieza por la voluntad del que lee. Carlos, hay niños que reprochan a los adultos una lectura desunstanciada. Leer en voz alta es darlo todo (afecto, pasión, sentimiento...).
¿De verdad leemos tan poco los profes en las clases? ¡Preocupante!
He leído una apreciación en el blog La feuille de Le Monde: ¿No será que los chicos y chicas dejan de leer hacia los 11 años, porque eja de ser la lectura un acto social, para volverse un acto solitario?
Siempre me ha encantado leer para los otros: chicos, adultos, a mis hijos y ahora, con nido vacío, a mi marido.
Hacía mucho que no venía visitarte. Hermoso tu blog, lleno de vida.
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