24 de junio de 2015

En un lugar de las redes...



Llega el verano y es hora de volver a la aldea y poner en orden nuestra hacienda. Atrás dejamos polvorientos caminos y calurosas ventas. Regresamos, pero no lo hacemos derrotados por el Caballero de la Blanca Luna, todavía no, porque aún quedan caminos por recorrer. Hace unos meses, os invitamos a cabalgar con nosotros en este loco proyecto de caballería y periodismo, un proyecto llamado Quijote News que cierra ahora su primera etapa. Muchos docentes se han sumado a esta compañía ambulante que decidió homenajear al clásico cervantino en su IV Centenario. Acabado el curso, podéis visitar ya una gran cantidad de periódicos quijotescos de 25 centros, que constituyen una magnífica colección de buenas tareas de las que el propio Cervantes se hubiese sentido orgulloso:
Como decíamos, venimos a refugiarnos ahora del implacable sol manchego del verano, pero ya sabéis que volveremos en otoño a las andadas, pues el proyecto se cierra al finalizar el año del homenaje. Por eso, os animamos a todos a seguir lanza en ristre con las aventuras de Quijote y Sancho narradas al modo periodístico. Ahora no caminaréis a ciegas, pues tendréis a la vista los magníficos ejemplos de otros compañeros de viaje, aunque bien sabemos que, acompañado de los clásicos, uno nunca se encuentra desamparado.

¡Feliz verano 2015!

3 de junio de 2015

El año que viene volveremos, porque siempre hay niños a los que les gusta leer.

Raquel comenzó participando en los clubes de lectura cuando era alumna de Ed.Secundaria.  En Bachiller seguía perteneciendo al club de lectura y empezo a coordinar los primeros clubes de lectura de Ed.Primaria de mi centro. Ahora, estudiante de periodismo, sigue viniendo todos los miércoles al colegio para coordinar el club de lectura de 3º de Primaria. Hoy ha terminado el curso y nos ha dejado la siguiente crónica:

Hoy ha sido el último día de clubes de lectura de este curso, con la última reunión del club de lectura de tercero de primaria, los Bichtos Lectores. Ha sido una reunión relajada, donde hemos comentado el final del último libro y hemos compartido algunos dulces. Esta reunión ha puesto fin al primer año de club de lectura para estos 18 niños y niñas, y espero haber podido transmitirles un poquito de este amor que siento por los libros.
Lo cierto es que este ha sido un curso intenso. Las reuniones con un grupo tan numeroso siempre son complicadas, ya que son muchos niños con gustos distintos que se intentan satisfacer, y muchos niños que quieren hablar, y los turnos de palabra se hacen demasiado largos. Sin embargo, ha sido una experiencia maravillosa. Los niños tienen esa capacidad. Puede gustarles más o menos el libro, pero leen, y te transmiten lo que sienten, para bien y para mal. Y cuando no hay libro, porque todavía no han llegado, su impaciencia, sus ganas de leer, siguen sorprendiéndome.


Este año también ha sido especial, además de por este fantástico grupo con el que he podido compartir los miércoles a mediodía, porque se cumplían cinco años de los clubes en Primaria. ¡Cinco años! Solo conmigo han estado alrededor de cincuenta niños, y además todos los clubes que han llevado en estos años las profesoras Nuria y Carmen, o las alumnas y antiguas alumnas Marina, Laura  Laura, María y Marta. Una muestra de todo lo que hemos sido la vivimos el pasado 23 de abril durante el día del libro. Nos reunimos más de cien personas, alumnos que han pasado por los clubes de primaria en estos cinco años, en la biblioteca. Hicimos un repaso de este lustro y pudimos ver cómo los clubes siguen creciendo, que los niños siguen insistiendo porque quieren club. Y después nos comimos un delicioso bizcocho que nos prepararon en cocina, adornado con unos libros de fondant que mi tía, Marta Bosch, preparó con mucho cariño.
Cuando llega fin de curso me pongo un poco triste, tengo que decirlo. Son nueve meses de club, de niños y de ilusión; son sorpresas, libros, juegos y dulces. La última reunión de club de lectura es poner fin a un año más, a una experiencia más, y tener que decir adiós. Adiós porque, tal vez, el curso siguiente ya no sea yo su coordinadora, sino que otra de las maravillosas personas que participan en los clubes se haga cargo de ellos; adiós porque algunos puede que no se vuelvan a apuntar, porque prefieren estar en el patio o porque empiezan a pensar que son muy mayores para leer; adiós porque tal vez sea yo la que el año siguiente no pueda estar. Aunque tal vez no es adiós, sino un hasta luego. Después de cinco años, todavía me sorprendo cuando paso por los pasillos o por el patio para recoger a algún lector rezagado y una avalancha de antiguos lectores de mis clubes me sepultan bajo sus abrazos. Ver su emoción, cómo se hacen mayores, y saber que he podido aportar algo a sus vidas, es un gran honor para mí.
Hoy es el fin de curso para los clubes de lectura, pero no acaban aquí. El año que viene volveremos, porque siempre hay niños a los que les gusta leer.

¡Que viva la literatura! ¡Que vivan los clubs de lectura!